domingo, 24 de mayo de 2015

La Depresión y la Homeopatía

"Depresión" Van Gogh
Actualmente, nuestro acelerado estilo de vida occidental, falto de respeto, desmembrado en lo que respecta a la familia, despersonalizado, autoritario, corrupto, con contaminaciones visuales y auditivas, en búsqueda de estatus y poder, altera nuestro equilibrio y favorece que se generen disturbios psíquicos, en donde se incluye la depresión. Abarca desde la niñez hasta la vejez. Pueden deprimirse personas de cualquier edad y condición física, algunos son susceptibles de enfermar de depresión por factores sociales, biológicos, psicológicos. En ancianos y adolescentes es más dificultoso llegar a un diagnóstico.


El equilibrio se resquebraja en la medida en que los valores morales desaparecen.

El trastorno depresivo afecta al cerebro, al alma, a la manera de pensar, a la autoestima. A la forma en cómo una persona come y duerme. El enfermo no puede liberarse de la enfermedad a voluntad. 
Es un estado emocional que se caracteriza por tristeza extrema, una percepción de vacío y rechazo, y falta de autoestima. No tiene nada que ver con una tristeza pasajera.
Las personas con poca autoestima se perciben a sí mismas y perciben al mundo en forma pesimista. Se abruman fácilmente por el estrés, están predispuestas a la depresión. No se sabe con certeza si esto representa una predisposición psicológica o una etapa temprana de la enfermedad.
En la depresión leve encontramos sensación de abatimiento, de tristeza, de rechazo, de abandono.

En la depresión moderada o distimia encontramos trastornos en el proceso del pensamiento, en la mala comunicación, en la mala socialización, y una disfunción sensorial. No es incapacitante, pero interfiere en el funcionamiento y el bienestar de la persona.

En la depresión severa, si el paciente no está bien tratado y bien contenido, puede llegar al suicidio, que es la consecuencia más grave de la depresión. La depresión severa puede destruir tanto la vida de la persona enferma como la de su familia. Esta depresión se manifiesta por una combinación de síntomas que interfieren tanto su vida como su sueño.


SÍNTOMAS
Son varios los síntomas físicos y psíquicos. Entre los físicos, muchas veces los pacientes se quejan de un dolor referido en el pecho: entendamos que descartando las causas orgánicas, es el dolor del alma. También puede expresarse por trastornos del peso y del apetito. Cefaleas, opresión precordial y distintas sensaciones de malestar corporal, como dolores erráticos, por ejemplo.

Otras veces los pacientes presentan concomitantemente padecimientos físicos y emocionales, o sea que en muchos casos se están expresando a través de sus síntomas somáticos, a través de su cuerpo. La depresión puede estar oculta entonces por dichos síntomas físicos, que generalmente están asociados con ansiedad. Otras veces una determinada causa orgánica puede estar provocando la depresión.

Síntomas psíquicos 
  • Humor depresivo: inicialmente hay pesimismo o amargura, desesperanza, tristeza patológica (profunda, arrasadora), hastío de la vida o falta de placer, hay preocupaciones morales o económicas, hipocondría, cefaleas, opresión precordial y distintas sensaciones de malestar corporal. Son insensibles al consuelo. Son pacientes anhedónicos (del griego: an: "sin", y hedoné: "placer"): tienen insensibilidad al placer, con vivencia de infelicidad mortificante.  
  • Anergia: o vaciamiento de impulsos. Hay aburrimiento o apatía (falta de ganas), negrura pesimista, cavilaciones obsesivas e indecisión, disminución de la actividad habitual en los trabajos o diversiones, astenia o adinamia (fatiga corporal), y desaparición de la libido sexual, insensibilidad a los estímulos externos (sensación de vacío interior), falta de concentración de la atención. Pueden llegar a un estado de anestesia afectiva: melancolía. 
    Hay que tener presente que los casos de fatiga corporal crónica obedecen la gran mayoría 
de las veces al síndrome depresivo, desde los niños hasta los ancianos.
    El síndrome integrado por la fatiga crónica y la fibromialgia (mialgia significa dolor muscular) corresponde muchas veces a un estado depresivo. 
  • Discomunicación: hay aflicción por cualquier cosa, retraimiento social, sensaciones de soledad o aislamiento, irritabilidad, abandono de las lecturas, radio o televisión y descuido en el arreglo personal y en el vestuario. La falta de comunicación depresiva conduce al paciente al aislamiento, por bloqueo afectivo.  
  • Ritmopatía: o desregulación de los ritmos; suele sobresalir inicialmente la disminución del sueño, el empeoramiento por las mañanas, la pérdida del apetito y de peso, la inestabilidad del estado subjetivo y objetivo a lo largo del día (oscilación circadiana de la sintomatología). Circadiano significa alrededor de un día de 24 horas, y en este ritmo se cumplen los ciclos de actividad/descanso, alimentación, sueño/vigilia.

    El 50 % de las fases depresivas comienzan con un trastorno del sueño.
  • Ansiedad: el paciente experimenta una gran desazón, una gran inestabilidad.  
  • Insomnio: o se despierta muy temprano o no puede conciliar el sueño. Otras veces hay un estado de hipersomnia (duerme todo el tiempo).  
  • Hipocondría: su pensamiento está alterado. Imagina tener todas las enfermedades. También puede tener dolores crónicos o erráticos.  
  • Trastornos del peso y del apetito.  
  • Trastornos en la esfera sexual: impotencia en el hombre, frigidez en la mujer, falta de deseo sexual en ambos.
    Trastorno bipolar o enfermedad maníaco-depresiva: están alterados los mecanismos que regulan el estado de ánimo. No es tan frecuente como los otros trastornos depresivos. Se caracteriza esta enfermedad por cambios cíclicos en los estados de ánimo: de pronto está con el ánimo elevado o eufórico (manía), o con el ánimo muy bajo (depresión). Cuando el paciente se encuentra en la fase depresiva puede padecer uno o varios síntomas de la depresión. Cuando está en la fase de manía se afecta la manera de pensar, el juicio y la manera de comportarse en relación a los demás. 

 
CAUSAS DE LA DEPRESIÓN
La depresión puede ser reactiva o exógena (el trastorno viene de afuera): muerte de un ser querido, pérdida de un trabajo, o endógena (el trastorno viene de su interior): el paciente se deprime sin haber una causa real. En otros casos pueden implicarse ambos factores.

Las alteraciones bioquímicas y neurofisiológicas son las mismas para ambas depresiones. Son alteraciones a nivel de los neurotransmisores del sistema nervioso central: noradrenalina, serotonina, dopamina, sistema GABA (ácido gama aminobutírico) y acetilcolina. También se ha establecido que puede haber una alteración en los receptores de dichas neuronas (donde se unen los neurotransmisores). Los neurotransmisores, como su nombre lo indica, son sustancias que existen en las neuronas que se ponen en funcionamiento por medio de impulsos eléctricos y químicos, y se van transmitiendo mensajes de una neurona a otra. También se pueden inhibir mensajes, según la frecuencia e intensidad del mensaje transmitido y la sensibilidad de las neuronas receptoras. 

  • Origen psico-neuro-inmuno-endocrino: en la depresión se han encontrado alteraciones en el funcionamiento del eje hipotálamo-hipófisis-ovárico-tiroideo-suprarrenal. Las hormonas segregadas, en algún momento pierden el equilibrio secretor y alguna de estas glándulas entra en disfunción hormonal. Neurotransmisores como la serotonina o la adrenalina regulan la secreción del hipotálamo.

  • Predisposición biológica o genética: suele existir en algunos pacientes, con antecedentes familiares de algún tipo de depresión.

  • El estrés: puede ser un factor precipitante de trastornos afectivos en un individuo que ya tiene una vulnerabilidad de base.

  • El consumo de alcohol: puede producir cuadros depresivos, o bipolares.

CUANDO SE DESCUBREN SÍNTOMAS DE ANGUSTIA, HAY QUE TENER EN CUENTA QUE LA ANGUSTIA 
O LA ANSIEDAD PUEDEN FORMAR PARTE DE LA DEPRESIÓN


DIAGNÓSTICO
Algunos pacientes presentan depresión sin síntomas físicos. Pero la mayoría presentan concomitantemente padecimientos físicos y emocionales, o sea que en muchos casos se están expresando a través de sus síntomas somáticos, a través de su cuerpo. 
No dejar de observar que la depresión puede estar oculta entonces por dichos síntomas, que generalmente están asociados con ansiedad.

Otras veces una determinada causa orgánica puede estar provocando la depresión. Sobre todo en pacientes ancianos o en los adolescentes, o en algunas enfermedades graves o invalidantes.

Una vez que tenemos el diagnóstico, debemos descartar los factores externos como causas de depresión: si está ingiriendo medicamentos, drogas (legales o no), si tiene déficit de vitaminas del grupo B, si tiene alteraciones hormonales (tiroides, suprarrenales), si tiene trastornos de la glucemia, etc.



TRATAMIENTO
Los medicamentos psiquiátricos son seleccionados con el objeto de que influyan directamente en los neurotransmisores que han sufrido un desequilibrio. Pero se ha descubierto que las neuronas tienden a desarrollar una tolerancia y una adicción a tales remedios, lo cual supone una dosificación cada vez mayor para que tengan algún efecto.
Se darán consejos a los pacientes para lograr una buena calidad de vida:
  • Dieta: fundamentalmente rica en frutas y verduras, sin alcohol, sin picantes, sin estimulantes innecesarios, como el café.  
  • Ejercicios: que no sean violentos, respetando al cuerpo en su naturaleza, en sus necesidades. Los ejercicios aumentan las endorfinas y producen un funcionamiento cerebral lo más fisiológico posible. Una caminata de 30 minutos por día, en forma tranquila y disfrutando del paisaje.  
  • Técnicas de relajación o de yoga: son importantes para armonizar, para manejar el estrés, para estar en paz con uno mismo y con el medio que nos rodea.  
  • Suplemento de vitaminas y minerales: son importantes los suplementos de vitaminas C y del grupo B, y sobre todo el ácido fólico; pero recuerde que una buena dieta bien equilibrada los aporta. Una fuente dietética importante de ácido fólico son las espinacas.  
  • Tratamiento farmacológico: dentro de la medicina alopática son varios los medicamentos que el especialista puede indicar. No corresponde en este artículo nombrarlos. La finalidad del mismo es brindar al paciente deprimido una alternativa menos agresiva, menos tóxica, y con muchos mejores resultados a corto plazo.

Efectos secundarios de los remedios alopáticos:
boca seca, constipación, dificultad para orinar, problemas sexuales, visión borrosa, mareos, somnolencia diurna, dolor de cabeza, náuseas, nerviosismo e insomnio, agitación (inquietud, temblores).
Con respecto al tratamiento psicoterápico, existen variadas formas, incluso terapias a corto plazo. También está indicada la laborterapia.

Una alternativa posible es la acupuntura. La misma, al actuar sobre algunos puntos específicos, liberaría endorfinas ("hormonas de la felicidad"), necesarias para el buen funcionamiento del cerebro.


Con respecto al tratamiento homeopático, está desarrollado al final del artículo.


SINDROME DE ASTENIA O DE FATIGA CRÓNICA
Existen variadas causas de fatiga crónica, pero cuando no se hallan entonces se habla de síndrome de fatiga crónica, que es una sensación de debilidad física, de cansancio, que no mejora por el reposo. A esta sensación se le suman síntomas tales como: dificultad para concentrarse, déficit de la memoria, dolor de cabeza, adenopatías (ganglios) dolorosas en cuello o axilas, dolores musculares, fiebre de causa desconocida, trastornos del sueño, pérdida de fuerzas, algunos trastornos alérgicos, dolores abdominales.
Las causas orgánicas de la fatiga crónica son: enfermedades infecciosas agudas o crónicas, anemia, hepatitis, hipotiroidismo, diabetes, y muchas otras etiologías más.

Cuando no existe una enfermedad orgánica que la ocasione, es importante indagar en el paciente el grado de estrés, de hiperactividad, de exigencias laborales por exceso de trabajo, de exigencias deportivas, la mala alimentación, las alteraciones horarias referentes a vigilia/sueño.

Todo lo anteriormente citado tiene que ver con una disfunción del sistema inmunológico, íntimamente relacionado con el estrés.




DEPRESIÓN POST-PARTO
Entre un 70 y 80% de las mujeres que acaban de parir han experimentado sentimientos de tristeza, llanto fácil, inquietud, irritabilidad, cambios de humor, disturbios en el sueño, cansancio o fatiga, anorexia. Muchas han pensado en que no van a poder ser buenas mamás, no entienden lo que les pasa. Los factores culturales, el apoyo social y la calidad de vida pueden ser otras variables que se relacionan con la depresión post-parto.
El embarazo si es deseado raramente es un factor de depresión, aunque un estado depresivo previo, el estrés y las exigencias, los miedos, las dudas, pueden contribuir.
La depresión no solamente se presenta en el primer parto, sino que puede ser tras el nacimiento de cualquier hijo. También después de un aborto, espontáneo o provocado.
Generalmente esta sintomatología es pasajera, y en 8 - 10 días desaparece espontáneamente. Otras veces, las menos, estos síntomas se agravan y persisten por meses. Uno de los principales síntomas es no sentir alegría por el nacimiento del bebé.
Generalmente, después del parto, la paciente experimenta alteraciones en el estado de ánimo que no son muy alarmantes.
Durante los primeros días, semanas o meses después del parto hay un periodo de estrés físico y psicológico tanto para la madre como para el padre. La madre probablemente lo sentirá más; casi la mitad de todas las puérperas experimentan un periodo corto de tristeza o cambio de humor unos dos días después del parto. Esto es sano y natural y es lo que se llama tristeza puerperal o "baby blues".
La depresión durante el embarazo es predictiva de la depresión post-parto.
Cuando la depresión post-parto se torna más grave, con un cuadro más alterado de desorden mental (alucinaciones, delirios, etc.), nos encontramos entonces frente a una psicosis puerperal.
Los delirios a menudo toman la forma de preocupaciones irracionales sobre el recién nacido. En ciertos casos el bebé puede estar en situación de riesgo debido a la enfermedad de la madre.

CAUSAS
  1. Factores orgánicos: se ha sugerido que la disminución de estrógenos y de progesterona luego del parto podría ser una de las causas. En el premenstruo sucedería algo similar: tensión premenstrual, cambios en el humor, en algunas mujeres. También podrían ser atribuidos a cambios secretorios hormonales tiroideos post-parto. Hay quienes hablan de desequilibrios alimenticios, sobre todo de vitaminas del complejo B.
  2. Factores emocionales: podrían contribuir a la depresión post-parto el agotamiento, la falta de sueño, el nuevo rol materno, el empezar a conocer y a entender a esa nueva personita, el empezar a entablar un vínculo afectivo madre-niño, el empezar a vivir esa vida de a tres, teniendo en cuenta que el marido es otra persona que va a demandar atención, mimos, etc. NO EXISTE LA MADRE PERFECTA O LA SUPERMADRE.
Todo médico Obstetra debe conocer y saber que a cada mujer le van a pasar cosas distintas. La mayoría de las veces, la fatiga que siente esa mamá se la interpreta como "falta de vitaminas", y se le receta complejos vitamínicos sin escuchar qué le está pasando, por qué se siente así. Hay una pregunta, que yo diría mágica, que es fundamental en el interrogatorio: "¿qué le pasa?" Y es como si a la paciente se le abriera el alma para poder contar sus pesares, sus dudas, sus miedos, sus angustias.
Si la depresión post-parto no se diagnostica ni se trata, puede llevar a una depresión crónica más severa, lo cual va a dificultar la relación afectiva de ese binomio. Pueden aparecer síntomas como la indiferencia afectiva, tanto hacia su hijo como hacia su marido, la falta de interés por las cosas diarias y las placenteras, el llanto involuntario, rechazo al encuentro sexual, etc.
Con respecto a cómo vamos a tratar a esta paciente, existe el tratamiento convencional alopático con antidepresivos, la psicoterapia, y con muy buenos resultados LA HOMEOPATÍA.

Los antidepresivos pasan al bebé a través de la leche materna


DEPRESIÓN EN NIÑOS Y ADOLESCENTES
No sólo la depresión es una enfermedad de los adultos,  hay entre un 7 y 14% de niños y adolescentes que se deprimen. Un niño triste no es difícil de diagnosticar.

Pero existen otros síntomas que pueden enmascarar una depresión en los mismos: comportamiento agresivo, hiperactividad, cansancio, trastornos en el esquema corporal, trastornos en la alimentación, mentiras, hurtos, consumo de drogas y de alcohol, conductas para-suicidas, problemas serios en la escuela, como falta de atención, falta de concentración, 
falta de responsabilidades diarias, ausentismo, etc.
El suicidio en adolescentes es un problema actual, y la mayoría de las veces se debe a depresiones no diagnosticadas ni tratadas.

Otros síntomas a tener en cuenta: cambios en los ritmos del sueño, falta de interés en actividades que antes realizaba, tristeza permanente, aburrimiento y escasa concentración, quejas sobre dolencias físicas como dolores de cabeza, de estómago, de piernas.

La Dra. Ana Liscovich, especializada en terapias para niños, recomienda:
  • Sea siempre franco y honesto con su hijo 
  • No lo sobreproteja 
  • Déle siempre la confianza necesaria como para que pueda contarle todo 
  • Edúquelo con disciplina, pero déle espacios para poder manejarse en libertad 


HOMEOPATÍA
Los médicos homeópatas pensamos que una de las principales razones por las que existen tantos casos de enfermedades crónicas en la actualidad es por el carácter supresivo de síntomas de la medicina alopática convencional.

La concepción homeopática de salud está relacionada con la concepción de la mente en general. No se establece la distinción tradicional entre el cuerpo y la mente, sino que se asume que ambos están interrelacionados de una forma dinámica y se influyen directamente. Para la alopatía, enfermo es aquél que presenta una alteración funcional u orgánica. Para la Homeopatía se entiende por enfermo a aquella persona que tiene un desarreglo, una desarmonía en su fuerza vital, en su sistema inmunológico. La fuerza vital es la energía que anima a los seres y dirige sus actividades manteniendo el orden y la armonía funcional indispensables para que exista el estado de salud perfecto. Para Hahnemann (el padre de la Homeopatía) la verdadera enfermedad comienza con ese desarreglo. Así aparecen los trastornos funcionales, seguidos más tarde por alteraciones orgánicas o de los tejidos. Las enfermedades son, entonces, expresiones de ese desorden dinámico. Si se suprimen los síntomas sin preocuparse de corregir el desorden, se habrá eliminado la lesión orgánica, pero NO SE HABRÁ CURADO AL ENFERMO, cuya fuerza o energía vital sigue desviada, y tarde o temprano aparecerá otra enfermedad, porque EL PACIENTE NO ESTÁ CURADO.



No existe en HOMEOPATÍA un remedio universal para la enfermedad. El enfoque holístico del tratamiento homeopático se refiere a tomar al paciente como una totalidad, como un ser humano único e irrepetible, con sus emociones, voluntades, miedos, historia biopatográfica (toda la historia de su vida). 

Es una realidad que cada vez, con mayor frecuencia, llegan a los consultorios de los Homeópatas pacientes con sindrome de pánico y con sindromes depresivos. La mayoría de las veces son personas que están en tratamiento alopático desde hace tiempo, que se mantienen "relativamente bien", pero que si dejan la medicación caen otra vez en el pozo depresivo.

Otros vienen porque se lo recomendaron como "último recurso": "probá, total mal no te va a hacer".

Y lo más importante para nosotros los homeópatas, son los pacientes que llegan recomendados por otros que están en tratamiento homeopático y prácticamente están curados.
La medicina alopática, con sus remedios anti-depresivos, va a solucionar el trastorno químico de los neurotransmisores, pero de ninguna manera va a solucionar el trastorno emocional profundo que padece "ese enfermo". Trastorno producido por una desarmonía total y profunda en la vida de ese individuo que abarca mente, cuerpo y alma o espíritu.
Al Homeópata Unicista además de la depresión del paciente, le interesan otros síntomas concomitantes que acompañan a la misma: si llora o no, si llora a solas o en compañía, si acepta el consuelo, si tiene miedos, si la música lo mejora o lo empeora, si desea estar solo o acompañado, si transpira o no, cómo es el sueño, si tiene pesadillas, sus deseos alimenticios, si es friolento o caluroso, etc., etc. Así surgirá el remedio adecuado para ese paciente, no importa qué tipo de depresión tenga.

En la perimenopausia, los médicos alópatas recomiendan terapias hormonales de reemplazo, pero si enfocamos a la paciente desde su totalidad, no debería ser así. Primero, si la naturaleza dice que los ovarios no van a segregar más hormonas porque ya se cumplió el ciclo, es un error querer administrarlas para "reemplazar ese déficit natural". Segundo, están tratando al síntoma y no a la paciente. El equilibrio emocional de esa mujer surgirá del remedio homeopático bien indicado, para esa paciente, y no para esa enfermedad.

La Medicina Homeopática Unicista no suprime síntomas, sino que por el contrario produce un equilibrio energético (inmunológico) del paciente para que a partir de esa armonización el mismo pueda realizar su propia curación.

"Para la Homeopatía Unicista la curación no es un milagro, es un camino que debe recorrerse, 
que tiene obstáculos y tropiezos, que lleva tiempo. Pero si está dispuesto a recorrerlo, 
su Homeópata con gusto lo acompañará y lo apoyará. Es difícil, pero es posible". 
(Dr. Eduardo Imventarza).


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ALGUNOS REMEDIOS HOMEOPÁTICOS MÁS USADOS EN EL ENFERMO DEPRESIVO:

PUNTAJE SEGÚN EFECTIVIDAD 

***: 3 puntos

**  : 2 puntos

*    : 1 punto
ARSÉNICUM ALBUM***: tiene una intensa inquietud o agitación, no sólo del cuerpo, sino interna, con gran ansiedad. Esta ansiedad es intensa, casi siempre asociada con miedo, que se acentúa de madrugada. Los ataque de ansiedad e inquietud lo sacan de la cama. Terrible temor a morir. Tiene un gran deseo de compañía. Otras veces tiene gran postración, sobre todo en movimiento, ya que estando acostado no lo percibe. Gran sentimiento de culpa. 

AURUM METÁLICUM***: tiene gran tendencia al suicidio. Tristeza al anochecer. Tiene sentimientos de tristeza y depresión. Gran sentimiento de culpa. Es introvertido y habla consigo mismo. Sentimientos de pena y de frustraciones. Depresión durante la menstruación y en la menopausia. Puede alternar tristeza con energía física. Es hipersensible, colérico. Gran deseo de aire libre. La música lo mejora. Cree que ha perdido el afecto de sus amigos. 

AURUM MURIÁTICUM***: gran depresión y tristeza. Tiene cansancio de la vida, con tendencia al suicidio. Llanto. Piensa constantemente en su escasa salud. No puede estar solo, prefiere la compañía.

CARBO ANIMALIS***: depresión con deseos de evitar la conversación. Tiene deseos de soledad. Llora. Sensación como si todos los sonidos vinieran de otro mundo. Confusión y aturdimiento, peor de mañana. Tiene nostalgias.

CÁUSTICUM***: es melancólico, triste, taciturno, infeliz. Llora con mucha facilidad, no puede contener el llanto, aún por pequñeces. Es cobarde y tímido. Es desconfiado y se ofende fácilmente. Tiene memoria pobre, es descuidado y distraído.

CHAMOMILLA***: estados melancólicos con tendencia a estar sentado, completamente rígido. Es indiferente a todo lo placentero. Inconsolable. Tiene miedo al viento. 

HELLEBORUS***: indiferencia, apatía a todo. Melancolía o tristeza silenciosa, con desesperación, desespera de curarse. Tiene suspiros involuntarios. Nostalgias. Tiene ideas suicidas. Reservado. Gran indecisión. Miedo a morir. 

IGNATIA AMARA***: es uno de los principales remedios para los trastornos de origen emocional, sobre todo si las causas son recientes. Y si han sido producidas por penas, por amores no correspondidos, por mortificaciones, por contradicciones. Tiene un humor muy variable, muy cambiante: puede pasar de la risa a la tristeza y al llanto con facilidad (histeria). Llora involuntariamente. Se agrava e irrita si lo consuelan. Suspira involuntariamente. Se asusta fácilmente. Se pone muy irritable si lo contradicen. Indicado para el niño que al recibir una reprimenda, enferma y aparecen convulsiones durmiendo. 

LAC CANINUM***: tristeza crónica, más durante la menstruación. Tiene deseos de morir. Puede llorar a cada momento. Memoria escasa. Olvidadizo. Tiene miedo de estar solo, gran deseo de compañía. Expresión ansiosa.

LACHESIS***: Tristeza, especialmente en niños, en niñas antes y durante la pubertad, y en la menopausia. Tiene cansancio de la vida con ansiedad. Tiene aversión a la compañía. Pensamientos y presentimientos de muerte. Rehúsa tomar su medicamento o cualquier tratamiento. Llanto. 

LILIUM TIGRINUM***: depresión mental profunda con llanto y desesperación. Se lamento y llora mucho. El consuelo lo agrava. Se desespera por la salvación de su alma. La depresión puede llegar a una verdadera indiferencia, especialmente para todo lo que hacen por ella. Temor de estar solo, desea la compañía. 

LYCOPODIUM***:tiene tristeza silenciosa, por mortificación, por sustos, por excesos sexuales, por ira suprimida. Es dictatorial, arrogante, hace reproches. Hipersensible a la música, a los ruidos. 

NATRUM CARBÓNICUM***: es un paciente deprimido, triste, melancólico, que se acentúa por la música o cuando sale de su alimentación habitual. Está obsesionado por pensamientos tristes, con ansiedad y aprensión. Llanto por la música, o durmiendo. Alterna tristeza con risa. Está lleno de preocupaciones. Es hipersensible a la música, que le agrava los síntomas mentales, y a veces también los físicos, especialmente si oye el piano. Ideas de suicidio. Hipersensible a los ruidos. 

NATRUM MURIÁTICUM***: afecciones de origen emocional que se manifiestan en la esfera espiritual. Trastornos por penas, por frustraciones, por decepciones, por amor no correspondido, por mortificaciones. Indicado en trastornos emocionales no muy recientes, o sea pasados (pueden ser de muchos años atrás). Tiene un sentimiento de profunda tristeza, pena, que en general no la comparte ni la habla con nadie, es silenciosa. Tiene cansancio de la vida, con tendencia al suicidio. Indiferencia a todo lo placentero. Es resentido y puede llegar a odiar. Llanto muy fácil, involuntario, que agrava por la presencia de otros, prefiere estar solo. Tiene aversión a la compañía. Hablar le produce agotamiento mental. Se sobresalta fácilmente. Los síntomas mentales agravan antes de menstruar. Sonambulismo. 

NATRUM SULPHÚRICUM***: acentuada tendencia al suicidio, piensa en él continuamente. Está triste y cansado de la vida, pero contradictoriamente tiene temor al suicidio. Miedo a que lo dejen solo por temor a herirse. Es el medicamento de los trastornos mentales por traumatismos cefálicos. Es hipersensible a la música, que lo entristece y lo hace llorar. El llanto mejora al aire libre. La tristeza empeora cuando el tiempo cambia y llueve. La depresión o melancolía alterna con periódicos ataques de manía.

NITRIC ACID***: tiene ideas de suicidio simultáneamente con miedo a morir. Tiene presentimientos de muerte. A veces cansado y aburrido de la vida, con deseos de morir. Puede llegar a tener verdaderos accesos de furia, de delirio rabioso, en los que salta de la cama y escapa. Hipersensibilidad a todas las impresiones externas, a los ruidos, al ruido del agua que cae, al dolor y a que lo toquen. 

PHOSPHORIC ACIDUM***:  consecuencias mentales y físicas de noxas emocionales (decepciones, frustraciones). Trastornos por susto, por anticipación de acontecimientos, por penas, por amor no correspondido, por mortificación. Gran debilitamiento o agotamiento nervioso, con gran debilidad, que abarca hasta lo sexual. Indiferencia o desinterés por todo, no puede pensar. A veces hasta llegar a estado estuporoso o de inconsciencia. Le cuesta concentrarse. Nostalgia.    

PLATINA***: tristeza, cansancio de vivir. Mejora al aire libre. Llanto involuntario, durante la menstruación, cuando le hablan. Está peor por el consuelo. Alterna risa con llanto, o tristeza con alegría, o se ríe de cosas serias. La reacción depresiva puede exteriorizarse por indiferencia o apatía. Piensa que la abandonan o la olvidan. Que está sola en el mundo.

PULSATILLA***: es extremadamente suave, dulce, dócil. tímido. Tiene llanto involuntario, no puede contar sus síntomas o hablar de sus molestias sin llorar. Llora sin causa aparente, o por cosas tristes o alegres. Se ruboriza fácilmente. Gran sentimiento de abandono, de desamparo. Tiene aversión a la compañía, es introvertido. Temperamento cambiante, alternante. Temor de volverse loco. La tristeza empeora en una habitación calurosa. Mejora al aire libre. Trastornos por decepciones o frustraciones. En grados acentuados de perturbación puede presentar una marcada indiferencia al placer, a los negocios. Inconsciencia, transitoria o no, después del mediodía y en una habitación calurosa o llena de gente. Tiene alucinaciones, cree estar perseguido por enemigos, ve diablos, fuego, visiones horribles al cerrar los ojos. Delirio de noche con somnolencia. Estados maníacos por supresión de la menstruación o en la menopausia. Psicosis puerperal. Grita, habla, se ríe, se queja durante el sueño. Se agrava por el calor y en una habitación cerrada. Gran deseo de aire libre.  

RHUS TOX***: tristeza, más de noche o durante la transpiración. Tiene suspiros. Llanto involuntario o sin saber por qué llora. Piensa en el suicidio y en ahogarse, pero no tiene valor. Pensamientos atormentadores que lo asustan. Cansancio de la vida, descorazonado, desesperado. Tiene aversión al trabajo mental. 

SEPIA***: tiene una gran abolición de la capacidad de sentir amor, de ser afectuoso. Marcada indiferencia a sus seres queridos, a sus propios hijos, a sus familiares y amigos, a todo lo placentero. Se siente mejor estando solo, tiene aversión a la compañía. Evita ver gente. Tiene una profunda tristeza y depresión, con ausencia de toda alegría. Llora con mucha facilidad, no puede contenerse. No tolera el consuelo. Se alegra y está feliz durante las tormentas. Se concentra con dificultad. Está como aturdido, especialmente después del mediodía y después del coito. Puede llegar a la confusión mental. Es muy irritable, pero si lo contradicen. Fastidioso. Tímido. Mejora estando ocupado. Marcada ansiedad, sobre todo cuando cae la noche. Tiene trastornos mentales por excesos sexuales. Es hipersensible, a la música, a los ruidos. Se agrava por el frío. Se desmaya con facilidad. Tufaradas de calor. 

SILICEA**: depresión nerviosa después de un trabajo en un lugar cerrado. Está agotado, descontento, descorazonado. Cansancio de la vida, con deseos de morir. Tendencia al suicidio ahogándose o tirándose desde una altura. Tiene nostalgias, indiferencia. Los alfileres, agujas, espinas y todo objeto puntiagudo son una verdadera obsesión. Alucina sobre alfileres, agujas, les tiene terror. Dificultad para concentrarse. Es muy sensible, llora fácilmente.

SULPHUR**: tristeza, sobre todo en la cama, al anochecer o durante la transpiración. Se siente muy infeliz, cansando de la vida. Llanto a las 11 horas, sin causa aparente. Deseos de morir con fuertes impulsos suicidas tirándose desde una altura, o ahogándose, o pegándose un tiro, pero no lo hace porque le falta valor. 

THUJA*: aburrido de vivir, cansado de la vida. Tiene deseos de morir e ideas de suicidio. Piensa en tirarse por la ventana.

ZINCUM*: tristeza que mejora durante la menstruación. Llora sin causa. Tendencia al suicidio. Aversión a trabajar y a caminar. Piensa en la muerte, como si el fin estuviera próximo. 


Dra. Norma Pereyra
Ayudante de Cátedra
AMHA - 2004
nepereyra@intramed.net.ar